Contenta, ilusionada, anhelando volver a ver esa luz y esperando sentir ese profundo abrazo. Subo los peldaños despacio, viviendo cada segundo, curiosa, escuchando la suave respiración al otro lado de la línea. Inquieta, veo el camino abrirse lentamente y, de la oscuridad, apenas escondido, brota tu aliento, un aroma envolvente que despierta mi sonrisa.
Me dejo llevar por los deseos de estos días, por mis sentidos, que me conducen al fondo del misterio. Este tiempo fui yo, pero faltaba ese cosquilleo que nos remueve por dentro, que el ser humano a veces no entiende, que dirige la inconsciencia y calla a la razón.
El espacio no puede ser más cálido, parece albergar una añoranza contenida, inundado de intensos sonidos que acarician mis oídos y sacuden mi ser. La melodía en sí misma dibuja un aura de ternura y me parece tan bella, que creo haber olvidado qué es la realidad.
Toda mi piel se estremece y mi corazón grita con sus latidos lo que mi respirar ahogado no me deja decir.
Toda mi piel se estremece y mi corazón grita con sus latidos lo que mi respirar ahogado no me deja decir.
El tiempo ha vuelto a detenerse; tu presencia mata los minutos, aparta las miserias y me condena a las debilidades. Dicen que la dicha se reduce a lo efímero, pero eternos se antojan estos instantes compartidos.
Si no te hubieras adentrado así, tan dulcemente, percibiéndote tan pleno, no habría creído que la magia del momento hizo brotar esas sinuosas lágrimas. Fuimos aliados en ese acompasado combate.
Este texto se lo dedico, con motivo del día de San Valentín, a todos aquellos q, como yo, un tiempo sintieron ese sentimiento tan profundo q llamamos amor, y q ahora creen haber olvidado. Gracias por leerlo.
ResponderEliminara las 4:52? ....gracias x escribirlo
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