Hoy he visto fotos de uno de mis entrevistados de aquel año maravilloso, único. Me ha traído tremendos recuerdos, me ha devuelto sensaciones especiales, difíciles de definir. Ha sido inevitable esbozar una sonrisa ilusionada y sincera, al ver (además de las fotos) los primeros textos que escribí para locutar, las críticas de cine, las noticias, los esquemas de las entrevistas que realicé.
La radio era un mundo aparte, una dimensión alternativa, paralela al mundo real. Sumergirme en el estudio y empezar la locución suponia para mí un baño de frescura y alegría, un intenso sabor a vida, un aroma a emociones imposibes de experimentar con cualquier otra actividad.
Siento una gran nostalgia al plasmar sobre el papel todos estos sentimientos pasados (sí, antes de acabar aquí en la Red, este texto fue manuscrito). Aunque los perciba ahora muy presentes, muy míos.
Echo de menos aquellas horas preparando el programa, riéndome con Angelito, disfrutando de aquel trabajo que nos entusiasmaba a los dos y nos hacía tan felices. Porque, realmente, pocos instantes (por no decir ninguno) me han llenado tanto, profesionalmente hablando, como aquellos que viví.
Y es por eso que he tomado la seria determinación de no rendirme jamás, de luchar por mi sueño: pasar horas y horas frente al micrófono, transmitiendo, informando, opinando, contando. Y que las palabras vuelen a través de las ondas, como vuela mi alegría y mi satisfacción por dejarlas fluir.
Es una de las profesiones más bonitas que existen; para mí, sin duda, la mejor, descubierta totalmente por casualidad (aunque algo ya intuía de niña, cuando hice mis pinitos). Me influya la suerte o no, pienso insistir hasta el final, incluso cuando crea que las fuerzas me abandonan. Debo pelear por lo que sé que quiero.
Ánimo porque eres una gran periodista y locutora, y aunque ahora son tiempos muy complicados para nosotros, los periodistas.Pero lo que dices es lo que tenemos que hacer: luchar por ello y no perder la ilusión por aquello que queríamos cuando empezamos la carrera, aquel octubre de 2004.
ResponderEliminarun abrazo muy fuerte!!!