viernes, 18 de diciembre de 2009

Crueldad animal

Todos deberíamos pensar como los catalanes, y no es una afirmación que suelto a la ligera. En Cataluña, 180.000 ciudadanos han presentado una iniciativa legislativa para prohibir las corridas de toros allí. El pleno del Parlamento la ha aprobado con 67 votos a favor y 59 en contra.

Ojalá el resto de España tuviera la misma impresión acerca de nuestra fiesta nacional. Los catalanes son muy independentistas y muy criticados por ello, pero son más valientes que nadie. Se atreven a defender una idea que, estoy segura, muchos querríamos gritar en este país: no a los toros.

Entiendo que sea una fiesta nacional y que tenga millones de seguidores, pero no comparto ese entusiasmo general, ni tampoco lo respeto. Porque no se puede respetar una celebración en la que se maltrata a un animal, se le tortura, y finalmente, se le asesina con la máxima crueldad. Y todo esto, mientras miles de aficionados están sentados en la plaza observando el espectáculo y aplaudiendo. Sencillamente vergonzoso.

Me siento española al cien por cien y no cambiaría mi país por vivir en ningún otro, pero debo reconocer que el hecho de que se celebren las corridas aquí, en mi tierra, me parece una deshonra. A veces, siento cómo injustamente formo parte del país que humilla a los toros y se alegra por ello, que condena el abandono de perros, pero celebra el asesinato en las plazas. Una inmensa contradicción.

Lo más triste de esto que llaman espectáculo es que sea público, que ni siquiera se les caiga la cara de vergüenza por emitirlo por televisión, promocionarlo y anunciarlo como si fuera algo digno de ver. Desde siempre he sido una antitaurina convencida, pero esta noticia sobre Cataluña ha despertado mi conciencia.

Deberíamos hacer algo para que las corridas de toros fueran prohibidas en toda España, porque todo el mundo habla de proteger el planeta, de reducir la contaminación, luchar contra el cambio climático y la extinción de las especies, pero nadie habla del asesinato indiscriminado de toros, cruel, salvaje, sin sentido. Una verdadera humillación para los que amamos los animales; todos ellos, sin distinciones. Qué bonito.

3 comentarios:

  1. Hoy no tengo ni tiempo ni ganas de comentar este artículo...pero mañana lo haré, porque yo si me considero defensor de la fauna y flora y pertenezco a WWF ADENA, pero también se respetar a un tipo de fiestas que no es necesario prohibir, que los catalanes parece que quieren volver a un regimen totalitario y que si hacen esto es por desmarcarse de la cultura española, nada mas.

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  2. Los catalanes es verdad que quieren llamar la atención, no lo niego, pero yo sólo defiendo esa postura suya, en el sentido de que condenan una "fiesta" que no es más que un asesinato público

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  3. Es hipócrita que Cataluña se resienta de la tauromaquía cuando tiene una plaza de toros grandiosa donde las haya.
    Soy antitaurino y sólo quería decir que la escultura en cera de Manolete me parece una obra de arte denuncia bastante acertada. ¿Quíén la diseñó?

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