jueves, 19 de abril de 2012

Amar sin condiciones


Título: Querido John
Autor: Nicholas Sparks
Género: novela
Editorial: Roca Editorial, S.L.
Número de páginas: 316



Esta vez hice las cosas a la inversa de como suele ser habitual: primero vi la película (hará unos tres años quizá) y hace una semana y poco, el libro cayó en mis manos. Un día, cuando ya estaba a punto de salir de la biblioteca y sin tener intención alguna de llevarme nada en ese momento, mis ojos se posaron sobre la portada de la novela. Un poderoso deseo de leer aquello me alcanzó al instante. 

Reconozco que comencé sin ganas. Como ya había visto la historia reflejada en la pantalla y en su día me había parecido algo estéril, no volqué demasiado entusiasmo al leer las primeras líneas. Estaba reviviendo sobre las páginas unos hechos ya conocidos y carentes de novedad, pero a medida que fui avanzando, me sorprendí. También me influyó el hecho de que el autor, Nicholas Sparks, hubiera escrito El cuaderno de Noah, que inspiró una de mis películas más queridas. 

Contada en primera persona por el protagonista, John Tyree, un soldado del Ejército, se narra una historia de amor bastante común. Lo que la hace diferente a las demás, e incluso especial, son los elementos que se van introduciendo como pequeñas pinceladas dentro de un cuadro manchado con trazos oscuros. Digamos que la luz le llega a través de las porciones de humanidad que vemos en los diálogos y los actos de los personajes. Savannah, la otra mitad de la pareja enamorada, aporta una visión del mundo que muchos quisiéramos encontrar a nuestro alrededor. La satisfacción que ella siente por el sencillo gesto de ayudar a los demás no se encuentra a menudo en el ser humano. 

El autor del libro centra todo su interés en mostrar la parte más emotiva de la historia. Prueba visible de ello es que las descripciones que realiza sobre las actividades más mecánicas y rutinarias de John dentro del Ejército son bastantes escasas y apenas ocupan unos pocos párrafos. Por tanto, Sparks deja de lado la vocación profesional del protagonista y hace más hincapié en los sentimientos del día a día, lo que realmente nos hace personas y nos motiva a seguir viviendo con toda intensidad. 


Por supuesto, el amor ocupa el hueco más destacado entre las páginas y queda manifiesta una perspectiva más realista de las que estoy acostumbrada a ver y leer. El enamoramiento es lo más bello que viven John y Savannah (no podría negar eso), pero en este libro, priorizo otras cuestiones que el lector debería valorar por encima de eso. 

El síndrome de Asperger, enfermedad que padece uno de los personajes (no diré quién para no destripar la lectura), es uno de los temas que aborda la novela y que me pareció de suma importancia. Considero que, a través de esas palabras escritas, se intenta concienciar al lector sobre esta enfermedad y algunas otras relacionadas. Se nos ofrece una lección muy valiosa que siempre deberíamos tener en nuestra mente: el conocimiento es básico para comprender a nuestros seres queridos y, más aún, si sufren algún tipo de dolencia. 

Es una novela recomendable. Mucho más rica en detalles que la película (que se hizo posteriormente y perdió fidelidad y emoción en el proceso, como suele ocurrir en casi todos los casos de adaptaciones cinematográficas) y capaz de provocar el nacimiento de alguna lágrima en lectores especialmente sensibles (la que escribe esta crítica cada vez lo es más). Así, Sparks tiene la habilidad de convertir un texto sencillo en un mensaje de esperanza para todos aquellos que no muestran su cariño tanto como deberían. Y enlaza las palabras con la calma de quien sabe a conciencia lo que quiere transmitir y porqué, hasta llegar a un final de sabor delicioso. 

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