domingo, 22 de abril de 2012

Que gane el mejor


Título: Los juegos del hambre
Género: ciencia ficción, drama
Año y país: 2012, EE.UU. 
Duración: 142 minutos
Director: Gary Ross
Reparto: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Elizabeth Banks, Woody Harrelson. 


Tráiler: http://peliculas.labutaca.net/the-hunger-games


Todos los años, el Gobierno (Capitolio) de lo que antes fue Norteamérica aplica un castigo ejemplar en recuerdo de una rebelión acontecida tiempo atrás. Un chico y una chica son escogidos al azar en cada uno de los doce distritos de Panem para enfrentarse en un show televisado conocido como Los juegos del hambre. Así, un total de veinticuatro participantes se enfrentarán entre sí hasta que sólo quede uno, el superviviente. 

Basada en la primera novela de la trilogía de Los juegos del hambre de Suzanne Collins, la película desprende un magnetismo que intentaré explicar con palabras. Cuando vi el tráiler emitido por televisión, sentí curiosidad, pero lo pasé por alto. Más tarde, una amiga me envió la versión electrónica del libro (que confieso que no leí, ya que me faltaba la suficiente motivación) y ya cuando me percaté de su continua insistencia en que todos sus allegados la viéramos, me planteé si podía merecer la pena. No obstante, la elección en el cine la hice por la ausencia de otras opciones; esa es la verdad. 


Desde el primer segundo supe que había acertado. Hacía demasiado tiempo que no veía una cinta que me resultara tan impactante y original (en la medida que pueda serlo habiéndose basado en una novela previa). Mi curiosidad crecía a un ritmo vertiginoso conforme iban teniendo lugar los acontecimientos de la trama. Incluso hubo ratos en los que, sin ser consciente de ello, apenas pestañeaba; de hecho, mi acompañante me dio un toque de atención por si me olvidaba de respirar. Bromas aparte, lo cierto es que nos encontrábamos en la fila seis y a esa escasa distancia de la pantalla no era posible perderse ni el más mínimo detalle, lo cual agradecí. 

Casi dos horas y media, en las que cada uno de los minutos es absolutamente necesario. Es una historia apasionante, cargada de tensión psicológica, miedos, inseguridades y la dosis perfecta de acción. Resultan muy útiles las escenas anteriores a la "batalla", pues generan empatía y unas enormes expectativas en el público que, posteriormente, se ven satisfechas con creces. Tiene tintes de reality show, pero a lo bestia. 

Llama la atención la protagonista, Katniss Everdeen, en cuya persona vemos reflejado un gran instinto de supervivencia (totalmente lógico dadas las extremas circunstancias) y una tremenda fortaleza. Asistimos, además, a la demostración de un amor ficticio que tiene que parecer real por el bien de los personajes, ya que en su correcta materialización radicará la diferencia entre vivir o morir, entre tener posibilidades o salir derrotado. No es más que un fiel reflejo de lo que venden los programas de "telerrealidad" actuales, aunque en su versión más extremista. 

Si hay una única palabra que define este filme, ésa es "espectacular". Y no porque existan efectos especiales o artificios visuales de cualquier tipo, sino por su calidad, tanto en la idea original de Suzanne Collins como en la interpretación de los actores, pasando por la inteligencia que queda manifiesta en su desarrollo. Un sobresaliente indiscutible por haberme generado una abrumadora satisfacción. Y la promesa personal de leer la novela; ahora mismo. 

1 comentario:

  1. Cuando voy al cine siempre lo hago asustado. Son tantas las películas que no merecen la pena... ¿Los cines no hacen criba? Hay días que es mejor quedarse en casa viendo la tele. Dicho esto y, después de leer este artículo, me decidí a verla. También influyó en esta decisión que llegáramos tarde al cine (suele pasar cuando vas con amigos) y que fuera la única película que no había empezado, aunque no por ello tiene menos mérito la decisión. Entrando en materia, y superada la primera media hora de multicolor incertidumbre, reconozco que la película nos enganchó, pese a que cuando se ve una película basada en un libro siempre te quedas con la sensación de que te estás perdiendo gran parte de la historia. En ningún momento tuvimos la pesada sensación de estar más de dos horas sentados delante de la pantalla y no salimos del cine "a medias", como sí sucede con otras sagas. En este caso no me importa reconocer que mereció la pena el tiempo invertido.

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