La expresión que titula este reportaje no podría ser más acertada para definir la llamada narcolepsia, un trastorno del sueño que provoca somnolencia excesiva y varias siestas cortas (de unos quince minutos) durante todo el día. Se trata de una enfermedad crónica y peligrosa, aunque no es mortal. Según los últimos datos, solo la padece una persona por cada mil en Europa, Estados Unidos y Japón.
Con el tratamiento adecuado, el enfermo puede tener una vida más o menos normal, ya que se reducen los ataques. No obstante, tendrá restricciones a la hora de conducir un vehículo o manejar maquinaria.
SÍNTOMAS
Los primeros indicios de la futura aparición de este trastorno suelen aparecer entre los quince y los treinta años de edad. Los más habituales son los que se detallan a continuación:
- En la fase que se sitúa entre el sueño y la vigila, se pueden tener alucinaciones, en las que están despiertos los sentidos de la vista y el oído, principalmente.
- Suelen darse períodos de somnolencia cada tres o cuatro horas a lo largo del día, seguidos de siestas breves.
- Parálisis del sueño: cuando el afectado no puede moverse al despertarse o cuando está a punto de dormirse. Esto puede durar un máximo de quince minutos.
- Cataplejía: pérdida repentina del tono muscular, que impide el movimiento, producida por emociones intensas como la rabia o la risa. Su duración es de treinta segundos, aunque en casos graves, puede prolongarse varios minutos. Se doblan las rodillas, la cabeza cae hacia delante y la mandíbula pierde su fuerza.
CAUSAS
La causa general de la narcolepsia es desconocida, pero hay matices que hacen a unas personas más propensas que otras a padecerla, como el hecho de que es hereditaria.
En algunos casos, esta dolencia está vinculada a la reducción de una proteína situada en el cerebro, llamada hipocretina, que se encarga de regular el sueño, la alimentación y las funciones locomotoras. No obstante, se desconoce el motivo por el que disminuye la cantidad de esta proteína.
Se cree que la narcolepsia podría ser una enfermedad autoinmunitaria, es decir, aquella cuyo sistema inmunitario ataca a los tejidos sanos por error.
PROBLEMAS QUE GENERA Y TRATAMIENTO
Quien padece este trastorno suele tener dificultades a la hora de llevar a cabo correctamente su trabajo y problemas en las actividades sociales (ya que podría sufrir accidentes o caídas al producirse los ataques de sueño). Por ello, su vida social puede verse seriamente afectada, puesto que las personas de su entorno deben tener conocimiento de su dolencia y actuar con rapidez en caso de crisis. Es incómodo vivir pendiente de dormirse en cualquier parte.
Asimismo, los medicamentos que componen el tratamiento pueden generar algún efecto secundario, como adicción.
Además del tratamiento con pastillas, es conveniente que el afectado siga una serie de recomendaciones que le facilitarán su día a día. Así, es positivo que se hagan comidas ligeras o vegetarianas durante el día y se eviten los alimentos pesados o copiosos antes de llevar a cabo cualquier actividad. Realizar siestas cortas a lo largo del día (sobre todo, después de comer) también puede ser beneficioso para reducir los ataques inesperados.
Si el afectado es un adulto, es necesario que informe a sus jefes de su enfermedad para no tener demasiadas complicaciones en su puesto de trabajo, ya que podrían tacharle injustamente de "vago". En el caso de que el enfermo sea un niño, sus profesores deben tener absoluto conocimiento del trastorno con el fin de evitar que se haga daño al sufrir caídas, reciba castigos innecesarios o que sus compañeros puedan llegar a reírse de él.
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