jueves, 17 de septiembre de 2009

La avaricia rompe el saco


AGALLAS, siempre hay un pez más gordo

Año: 2009
Género: Thriller
Actores: Carmelo Gómez, Hugo Silva, Celso Bugallo, Mabel Rivera.
Directores: Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez.

No me convence el cine español. Reconozco que siempre me he dejado llevar por las ideas preconcebidas que circulan sobre las películas de nuestro país y que probablemente, no se corresponden con la realidad. Tampoco he tenido mucha oportunidad de descubrirlo, porque ni siquiera me fijo en los títulos españoles. Es así de claro.

Sin embargo, el otro día me atreví a ver una cinta de nuestro país, por aquello de que me recordaba a cierta serie televisiva de narcotraficantes, para qué me voy a engañar. Además, el aliciente de ver a Hugo Silva interpretando a Sebastián, un tipo duro y sin escrúpulos, me ayudó a decidirme. Y debo decir que la sesión fue, por lo menos, entretenida.

La trama es dinámica, cargada de humor negro, y logra despistar al espectador en todo momento. Nunca sabes lo que va a ocurrir; nada es lo que parece; nadie se comporta como debería o cómo crees que lo hará. Son cambios constantes que te mantienen alerta, a la espera del próximo acontecimiento. Y eso te mantiene sentada en la butaca hasta el final.

No obstante, a pesar de no aburrir en absoluto, es una historia en la que se cuidan poco o nada los detalles. Carmelo Gómez da vida a Ramón Regueira, un narcotraficante de Galicia, que acento gallego tiene, pero a ratos. Es como si al actor se le hubiera olvidado el papel que está interpretando y de repente, en ciertas escenas soltara cosas tales como "¡pobriño!". Y entonces, el espectador se queda como: ah, es verdad, que su personaje era gallego.

Algo parecido se aprecia en Hugo Silva, cuyo rol parece cambiar de personalidad progresivamente desde que es un delicuente de poca monta hasta que se convierte en la mano derecha de Regueira. Eso sí, el intérprete da credibilidad a su personaje y, en toda la película, llega a adquirir mayor relevancia que el que se supone es el protagonista: Regueira.

Y llegamos al meollo de la cuestión. ¿Porqué no suele gustarme el cine español? La respuesta es sencilla: escenas sexuales innecesarias que no aportan NADA interesante a la trama. Y esta película, cómo no, tiene una.
A pesar de ello, aprueba con nota. Buen ritmo, buenos diálogos y un final posible, pero finalmente, inesperado. Incluso que da pena.

1 comentario:

  1. Puedo decir que me parece en cierto modo acertado el artículo, estoy de acuerdo totalmente en el modo en el que se lleva la trama hasta el final, y en lo que comentas de los personajes, y como seguidor del cine español (a mí me pasa al contrario que a tí, no miro la cartelera extranjera), no es de las malas, pero tampoco de las buenas, es aceptable. El cine español tiene su propia vida, siempre tiene su reflexión social, y en cambio la gente nada más que ve al, actor/actriz guapa, si sale sexo, si salen fumando porros o caballo, y hay algo más que eso, hasta en la más absurda comedia indican anécdotas de nuestra vida diaria, recuerdo la pelicula de al otro lado de la cama, cuando ví esa película me recordó a momentos que yo he visto con mis amigos, la película el bola es un fiel reflejo de cualquier niño de un barrio, etc, etc, etc...enhorabuena por tu artículo

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