Patrick Swayze: el cáncer de páncreas le derrota

El tan querido actor norteamericano Patrick Swayze dejó de respirar este pasado lunes 14 de septiembre, con sólo 57 años, en el momento en el que su carrera comenzaba a despegar de nuevo. Desde que en 2008 se le diagnosticó cáncer de páncreas, no dejó de luchar. "Quiero durar hasta que se descubra una cura", declaró en una de las últimas entrevistas que concedió.

Swayze se aferró a la vida desde el mismo instante en que tuvo conocimiento de su enfermedad y continuó acudiendo al rodaje de The Beast, la serie de televisión que le estaba devolviendo el reconocimiento internacional. Durante su tratamiento, mucho especuló la prensa sensacionalista sobre su estado de salud y algunos periódicos afirmaron que le quedaban sólo cinco semanas de vida.

Pero, contra todo pronóstico, el actor demostró que si quería vivir, debía tener una actitud optimista. Así, el tratamiento funcionó muy bien al principio y finalmente le dio 20 meses para disfrutar de los suyos y de lo que más le gustaba: interpretar.

Nació en 1952, en Houston, Texas (EE.UU). Quiso dedicarse profesionalmente al deporte, pero varios problemas en las rodillas se lo impidieron, por lo que estudió ballet en dos escuelas y se convirtió en el primer bailarín de la compañía de Elliot Feld.

Después de participar en algunas obras musicales en el teatro, debutó en el cine en 1979 con la película "La fiebre del patín". El éxito rotundo le llegó con sus papeles en "Dirty Dancing" en 1987, por el que fue nominado al Globo de Oro y enamoró a miles de jóvenes, y "Ghost", de 1990, con la que emocionó al mundo entero.

No obstante, en los años posteriores, su carrera se estancó y no logró destacar especialmente en ningún papel, hasta que llegó la serie The Beast, con la que alcanzó buenas críticas y que fue su última oportunidad para demostrar su talento.

En 1975, se casó con la actriz, bailarina y directora Lisa Niemi, que ha sido su gran apoyo en estos momentos tan difíciles y que estuvo con él hasta su último aliento. Echaremos de menos verle en la pantalla. Hemos perdido a un actor que logró emocionarnos con imágenes tan intensas como las de Ghost. Hasta siempre.