lunes, 25 de junio de 2012

Dramática extinción

Solitario George
En este justo momento, acabo de leer una noticia que me ha dado auténtica pena. La única tortuga que seguía con vida perteneciente a la especie Chelonoidis abingdoni ha fallecido. Tenía más de 100 años y habitaba en el Parque Nacional de las Islas Galápagos. Era la única que quedaba de su especie en todo el mundo y ha muerto por un fallo cardíaco, sin haber dejado descendencia. 


Era conocida con el nombre de Solitario George y fue descubierta en 1972 en la isla más pequeña del archipiélago, la Isla Pinta. Antes de encontrarla, se creía que la especie se había extinguido, pero esta tortuga abrió una puerta a la esperanza. No obstante, a pesar de los numerosos intentos de los cuidadores para que se reprodujera (incluso convivió durante quince años con otras dos tortugas hembras, pero los huevos no fueron fértiles), nada dio resultado. Definitivamente, este bello animal ha dejado de existir. 

Pájaro Dodo
Sin embargo, y por desgracia, no es ni será, ni mucho menos, el único ser vivo que desaparezca de la faz de la Tierra. Así, se calcula que, en torno al año 1681, el pájaro Dodo se extinguió, apenas ochenta años después de la llegada del hombre a Isla Mauricio, donde el ave vivía en absoluta tranquilidad. Las causas principales de su desaparición fueron una rápida deforestación, varios depredadores que el hombre introdujo en su hábitat (perros, cerdos, monos, gatos y ratas, que se comieron sus huevos y a sus crías) y el propio ser humano, que los mataba con palos como simple entretenimiento. 

Tilacino
Los navegantes de Portugal y Holanda que llegaron a la isla descubrieron este ave. Medía casi un metro de altura, era parecido a un pavo y tenía unas alas demasiado pequeñas, por lo que no podía volar. Debido a la vida tranquila del lugar y la ausencia inicial de depredadores, no necesitaba emprender el vuelo. Los portugueses le llamaron "Dodo" (que en su lengua significaba "tonto" o "bobo") porque era muy confiado y se movía con torpeza. Hoy en día, apenas hay restos fósiles de este animal, cuya extinción se pudo haber evitado. 

Otro caso fue el del llamado lobo marsupial o Tilacino, popularmente conocido como Tigre de Tasmania, cuyo último ejemplar desapareció en 1936 por una negligencia. Por accidente, se quedó fuera de la zona cubierta del zoológico de Hobart, Tasmania, y murió de noche por congelación. Fue el marsupial carnívoro más grande de los tiempos modernos y fue cazado constantemente por el hombre, ya que se consideraba una amenaza para el ganado ovino y otros animales de granja. 
Sapo dorado

De gran belleza era el sapo dorado, extinto en 1989. Vivía en los bosques húmedos de Monteverde, en Costa Rica. Se reprodujo con normalidad por última vez en 1987, año en que debido al clima irregular de la zona, los estanques donde habitaban habitualmente se secaron. Podrían haber nacido 30.000 sapos, pero no tuvieron suficiente tiempo y solo sobrevivieron 29. Un año más tarde, tan solo quedaban ocho machos y dos hembras, y finalmente, en 1989, un único ejemplar macho. Desde entonces, no se ha vuelto ver ningún sapo de esta especie. 

Bilby menor
Quizá, muy poca gente haya oído hablar del bilby menor o cangurito narigudo coliblanco. De hecho, he sido la primera sorprendida al ver una ilustración de este animal, ya que desconocía por completo su existencia. Se descubrió en 1887 y era un marsupial semejante al conejo que vivía en los desiertos de Australia central. Era bastante salvaje, cazaba por la noche a pequeños roedores y criaba gemelos cada estación. En torno a 1950, se extinguió, pero aún sigue con vida otra especie de su mismo género, el llamado bilby mayor, más grande, aunque se encuentra en una situación delicada. 

Oso mexicano
El oso mexicano corrió la misma suerte que los demás animales aquí mencionados. Era una subespecie de oso pardo y también se le conocía como oso plateado, porque tenía un color marrón rojizo con machas de color plata por la cara, las patas y parte del cuerpo. Vivió en el norte de México, California, Arizona, Tejas y Nuevo México hasta su desaparición definitiva en 1964. En el siglo XIX, con el crecimiento de la población de Estados Unidos, el ser humano comenzó a ocupar el hábitat de este animal, que también empezó a alimentarse del ganado. Esto provocó que fuera cazado y envenenado. En 1960, solo quedaban 30 ejemplares en México y fueron asesinados por los ganaderos del país. 


2 comentarios:

  1. Tengo que decirte que me ha encantado este artículo. Hace poco leí otro bastante interesante sobre los "ciclos de extinciones" y sobre como el ser humano está interviniendo en el actual. A ver si luego en casa lo encuentro y te lo paso.

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  2. Es desconsolador cómo nos cargamos todo lo que nos rodea y hacemos que especies que vivían en tranquilidad y en equilibrio con su medio ambiente, se extingan.
    No tenemos conciencia de lo importante que es que todo tenga su ciclo en la vida, porque todo tiene su sentido en la naturaleza y unas especies dependen de otras, si nos cargamos una otra se resentirá de tal manera que también pueden desaparecer...
    Pero todo esto no importa si el ser humano tiene sus casas, sus carreteras y toda la clase de lujos que tenemos, sin importar que para ello estemos destruyendo el planeta y los seres que viven en el, incluidos nosotros.

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