jueves, 28 de junio de 2012

Gran avance médico

El éxito más importante de la investigación médica son las vacunas. Gracias a ellas, la calidad de vida de los seres humanos ha mejorado considerablemente, pues gozan de mejor salud y disponen de una mayor protección contra la mayoría de las enfermedades de hoy en día. 

DEFINICIÓN Y TIPOS
Una vacuna es un preparado de antígenos (sustancias que forman anticuerpos y que pueden generar una respuesta inmunitaria en el organismo) que protege de microorganismos patógenos. En ocasiones, provoca la llamada memoria inmunitaria, es decir, una inmunidad eventual frente a un virus concreto. 

Edward Jenner, médico rural, investigador y poeta inglés, descubrió la primera vacuna en 1796, que se utilizó contra la viruela, y que se basó en la viruela de vaca, ya que quienes la contraían al entrar en contacto con este animal, eran inmunes a la viruela común que se daba en humanos. Debido al desconocimiento de la época, los detractores del descubrimiento de Jenner llegaron a afirmar que quienes usaran esa vacuna se convertirían progresivamente en una vaca. Una creencia ridícula. 
El reconocimiento de este método se produjo en 1803, cuando se creó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que fomentó la vacunación a nivel mundial. En Francia, en 1805, Napoleón ordenó vacunar a toda su tropa. 


Existen dos clasificaciones fundamentales de vacunas. Por lado, en función de la manera en que se consiguen, pueden ser de cuatro tipos: avirulentas, que son aquellas que se preparan a partir de variantes inofensivas del microorganismo patógeno; posificadas, que se logran a partir de organismos sin actividad o muertos; antígenos purificados; y vacunas genéticas
Y por otro lado, y también en relación con la distinción anterior, existen dos grandes grupos en función de la actividad de los antígenos que las componen: vacunas vivas atenuadas (los microorganismos pierden sus cualidades dañinas debido a unas condiciones concretas de cultivo; crean una respuesta inmunológica más duradera y se aplican, sobre todo, a adultos) y vacunas muertas o inactivadas (las componen microorganismos nocivos a los que se ha aplicado calor o productos químicos para eliminar el peligro; su efecto dura menos, por lo que requieren más dosis).   
Las vacunas pueden administrarse en inyección, en pastillas o de forma líquida. 


VACUNAS MÁS IMPORTANTES
Este gran avance ha permitido que la viruela desaparezca en todo el mundo, mientras que el sarampión y la poliomelitis se encuentran casi erradicados. Otras vacunas desarrolladas a lo largo de los tres últimos siglos han protegido a la población mundial frente a graves enfermedades. Es el caso de las vacunas contra la rabia, el tétanos, la difteria y la peste, descubiertas entre 1882 y 1897. También, fueron importantes las vacunas creadas para hacer frente a la tuberculosis en 1927, al tifus en 1937, a la gripe en 1945, a la neumonía y a la meningitis (1977 y 1978, respectivamente). 


Uno de los últimos descubrimientos en lo que llevamos de siglo ha sido la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), principal causante del cáncer de cérvix, aprobada en 2005. 
Aunque aún se encuentra en fase de experimentación, en 2008 se creó la vacuna para prevenir la adicción a la cocaína y a la heroína, y en 2009, surgió un primer proyecto de vacuna frente a la Hepatitis C y la primera contra la Gripe A (H1N1). 


VENTAJAS E INCONVENIENTES
Los beneficios de la vacunación son bastante evidentes: se protege al organismo frente a diversos ataques patógenos, lo que favorece la prevención de enfermedades futuras. 
No obstante, hay mucha gente que siente recelo a la hora de vacunarse, ya que este método está compuesto por anticuerpos de la propia enfermedad que se desea combatir, lo cual podría generar efectos secundarios u otras respuestas indeseadas. 


Para tranquilidad de los más asustadizos, una nueva investigación realizada por expertos sanitarios estadounidenses el pasado verano concluyó que los inconvenientes de las vacunas son mínimos. Los únicos efectos secundarios se dan en casos muy específicos, a corto plazo y suelen estar controlados. 



Sin embargo, conviene mencionar cuál es esa parte negativa. La vacuna MMR (que protege frente al sarampión, la rubéola y las paperas al mismo tiempo) puede provocar fiebre alta y convulsiones al ser administrada, e incluso inflamación cerebral en casos remotos. Asimismo, en algunas personas, la vacuna contra la viruela puede causar hepatitis, neumonía, meningitis, inflamación cerebral o herpes zóster. No es poca cosa, aunque se da en situaciones excepcionales. 


CÁNCER Y SIDA
Gracias a las vacunas, cada vez parece estar más cerca la posibilidad de prevenir el cáncer. Unos científicos de la Universidad de Tel Aviv (Israel) en colaboración con la empresa farmacéutica Vaxil BioTherapeutics, han creado una vacuna que, según sus investigaciones, es eficaz en el 90% de los casos de cáncer, incluidos los de próstata y mama. Su nombre es ImMucin y aún se encuentra en etapa de pruebas, aunque sostienen que los resultados que ha dado hasta ahora han sido sorprendentes. 

Esta vacuna detecta y destruye las células cancerígenas contenidas en la molécula MUC1, que está presente en 9 de cada 10 tipos de cáncer diagnosticados, lo que haría de este método un remedio universal. Empezaría a administrarse nada más detectarse la enfermedad y reduciría sus efectos, además de prevenir la aparición de posibles rebrotes. 
De momento, continúan las pruebas con voluntarios. 


Un avance similar está teniendo lugar para prevenir el virus del sida (VIH). Ya se han superado los primeras pruebas y exámenes de una posible vacuna, llamada MVA-B y desarrollada en España. Mariano Esteban, creador de la vacuna y director del Laboratorio de Poxvirus y Vacunas del Centro Nacional de Biotecnología, afirmó que el método generó una respuesta inmunológica en el 90% de los pacientes sanos que la probaron, y que un año más tarde, el 85% de ellos la mantenía. 


Hace diez años que se está investigando sobre la MVA-B, que comenzó a aplicarse en ratones y simios, con éxito. Los efectos secundarios observados únicamente han sido un ligero dolor de cabeza y dolor en la zona donde se aplica la inyección. 
Felipe García, investigador del hospital Clínic de Barcelona, se muestra cauto: "lo que se ha visto es que la vacuna es capaz de inducir defensas; de momento no podemos saber si es capaz de proteger a las personas de infectarse". 
Por lo tanto, habrá que esperar. 


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