Hace unos días, escribí un reportaje sobre las características y trastornos mentales del asesino. Ahora, destaco algunos de los criminales más famosos de la historia. Casos espeluznantes que parecen obras de ficción.
JACK, ”EL DESTRIPADOR"
Casi se ha convertido en una
leyenda y muchos se preguntan si existió realmente, pues las autoridades
británicas nunca le encontraron. Hubo muchos sospechosos de los asesinatos que
cometió, pero ninguno claro.
En 1888, en Londres, este hombre
mató a siete mujeres (todas ellas prostitutas), aunque las autoridades
afirmaban que fueron más. Les cortó el cuello con un cuchillo cuando las
sorprendió en la calle de noche, les mutiló diversas partes de su cuerpo, y en
algunos casos, les extrajo los órganos con gran limpieza y precisión.
A pesar de desconocer su
identidad, su nombre alcanzó tanta popularidad que ha inspirado varios libros y
películas que relatan sus asesinatos.
ED GEIN
Sus crímenes inspiraron
cintas como Psicosis de Hitchcock, La matanza de Texas y
algunos fragmentos de El silencio de los corderos. Se trataba de un
caníbal con apariencia de tímido e inofensivo, que era conocido por muchos como
“el carnicero de Plainfield”.
Casa de Ed Gein |
Vivía en una granja y para todos
era un hombre tranquilo y trabajador. La realidad era que asesinó y descuartizó
a tres mujeres y profanó tumbas de jóvenes para llevarse sus cuerpos a casa.
Utilizaba cráneos humanos como platos o cuencos, y tenía lámparas y sillas
forradas con piel, además de cinturones y chalecos hechos con pezones.
Del techo de la granja colgaban
cadáveres abiertos en canal y la policía también encontró partes del cuerpo de
distintas víctimas, además de un corazón. Se trataba de un enfermo mental que
cometió verdaderas atrocidades.
Al ser detenido, confesó que
las partes del cuerpo encontradas en su casa correspondían a nueve cadáveres
que había sacado del cementerio, y que solo recordaba haber matado a una persona. Fue declarado culpable de dos asesinatos y fue internado en una
institución psiquiátrica, en la que permaneció hasta que murió por causas naturales.
La camioneta que utilizó para
trasladar los cadáveres que extrajo del cementerio fue subastada y se expuso en
ferias de Wisconsin, de donde era el psicópata.
KLAUS BARBIE, “EL CARNICERO DE LYON”
Su apodo se debió a los crueles
asesinatos que llevó a cabo siendo fiel aliado de Hitler.
Poco tiempo después de que el
dictador alemán llegara al poder, este hombre entró a formar parte de las
Juventudes Hitlerianas. Años más tarde, se afilió al partido nacionalsocialista
y pronto se convirtió en alguien de confianza para el dictador.
En 1942, en Lyon, la ciudad
francesa donde la resistencia era más fuerte, Klaus Barbie cometió numerosos y
sangrientos crímenes entre la población. Además, torturó y asesinó al líder de
la resistencia francesa.
Por otra parte, cabe destacar su
crueldad hacia los niños, que quedó manifiesta cuando envió a varios grupos de
ellos (con edades entre los tres y los trece años) al campo de concentración de
Austzwitch, donde fueron esclavizados y posteriormente, gaseados.
Al terminar la II Guerra Mundial,
fue condenado a pena de muerte por cometer crímenes contra la humanidad, pero
huyó de quienes le perseguían durante cuarenta años.
CHARLES MANSON
No fue el autor directo de ningún
asesinato, pero fue el fundador en 1967 de La Familia, formada por un
grupo de asesinos racistas que mataron a varias personas. Él siempre negó que
existiera este grupo y hablaba de él así: “el término familia solo se
utilizaba para caracterizarme como líder y hacerme responsable; lo único que
hacíamos era vivir un sueño”. Se trataba de 144.000 miembros que seguían todo
lo que les decía su fundador, que les hacía creer que los hombres negros
matarían a los blancos y solo los integrantes de La Familia se
salvarían. Se ha sabido que muchos de los miembros del grupo tenían relación
con sectas satánicas.
Charles Manson |
Charles Manson cometió robos,
agresiones y una violación homosexual. Se creía que tenía poderes telepáticos y
que era capaz de comunicarse con sus seguidores desde cualquier lugar. En 1969,
ordenó el asesinato de todas las personas que estuvieran en la casa de Roman
Polanski. Allí murió la esposa del director cinematográfico y algunos
invitados. Este grupo asesinó también en otra ocasión a un empresario y a su
esposa, y a un profesor de música, entre otros.
En un principio, Charles Manson
fue condenado a muerte, pero más tarde, la condena se redujo a cadena perpetua.
Actualmente, aunque él y muchos de sus miembros se encuentran en prisión, La
Familia no ha desaparecido y su líder suele recibir cartas de personas que
quieren formar parte del grupo.
“EL GIGANTE ASESINO”
Así es como fue conocido Ed
Kemper debido a sus más de dos metros de estatura. Nació en 1948 en California
y tuvo una infancia difícil, llena de fantasías y juegos macabros. Sus primeras
“víctimas” fueron gatos, que mató de manera cruel a machetazos o enterrándolos
vivos. En su adolescencia, asesinó brutalmente a sus abuelos después de pasar
una temporada viviendo con ellos. Por este crimen, fue ingresado en un centro
psiquiátrico, aunque salió de él unos años más tarde.
Víctimas del "gigante asesino" |
Sus impulsos asesinos se
intensificaron y se dedicó a matar a chicas jóvenes, a las que metía en el
maletero de su coche, las mutilaba, las decapitaba y en ocasiones, también las
violaba (cuando ya estaban muertas). Provocar la muerte le hacía sentir
poderoso, y no podía dejar de matar, pues sus actos se habían convertido en una
droga para él. Tal era su adicción que acabó matando a su madre
golpeándola con un martillo.
Tras esto, él mismo se entregó a
la policía y fue condenado a prisión por ocho asesinatos. En la cárcel, se
descubrió que tenía un cociente intelectual de 145. Se trataba de un hombre muy
inteligente, incapaz de expresar sus emociones, que estudiaba al detalle a sus
víctimas: cómo eran físicamente, su forma de pensar, sus valores. Nunca
mataba por azar.
MARTINA ZIMMERMAN
Solo cometió un asesinato, pero
fue tan terrible que es imposible de comprender.
De pequeña, sufrió abusos por
parte de sus padres y sus padrastros. Ya adulta, se casó y tuvo dos hijos. En
apariencia, se trataba de una mujer normal, pero tenía extrañas aficiones:
almacenaba en el congelador serpientes, arañas y ratas, y tenía libros de magia
negra y brujería. Su familia ya estaba acostumbrada a sus actividades.
Tenía un amante y le asesinó
porque, según ella, él se lo pidió para alcanzar otro “nivel de existencia” y
esperarla en la otra vida, ya que en ésa, siendo amantes, estaban dando un mal
ejemplo a los hijos de ella. Lo electrocutó en la bañera con la ayuda de su
propio ex marido y después, cortó el cuerpo en 44 trozos, que guardó en el
congelador. Los pedazos fueron asados y comidos posteriormente. Cortó su cabeza
y la conservó, y como ella misma afirmó: “la metía en mi cama, la besaba y la
hablaba”. Para esta asesina alemana, su crimen fue una prueba de amor.
Tras confesarlo todo, fue
detenida y condenada a ocho años de prisión.
LUIS ALFREDO GARAVITO CUBILLOS, “GOOFY”
Era un hombre alcohólico y sufría
depresiones continuamente, acompañadas de intentos de suicidio. Dos de sus
vecinos le violaron, lo que pudo haber marcado su conducta. Trabajaba como vendedor de
artículos religiosos.
Se trataba de un asesino de
niños, todos ellos con las mismas características: chicos pobres con el pelo
castaño. Solían tener entre 6 y 16 años, y se los llevaba a lugares apartados
donde los violaba y los asesinaba brutalmente. Incluso apuntaba los nombres de
las víctimas en un cuaderno. En 1999, este colombiano confesó haber matado a
142 niños, aunque las investigaciones que se llevaron a cabo indican que
pudieron ser bastantes más. El psicópata afirmó además con la máxima frialdad
que “llegó un momento en el que me aburrí de asesinar niños, por lo fácil que
era seducirlos y matarlos”.
Solo un niño consiguió salvar su
vida, John Iván, que facilitó la captura de este asesino. El pequeño fue
obligado a subir a un taxi con el psicópata, y ya en un bosque apartado, le ató
e intentó violarle, pero sus gritos alertaron a otro niño que estaba cerca, y
el criminal acabó huyendo. Así, los dos niños consiguieron escapar. El asesino
finalmente fue capturado por la policía.
EL ASESINO DE LA BARAJA
Recibió este apodo porque
colocaba naipes junto a los cadáveres de sus víctimas; era su manera de
identificar todos sus crímenes, su sello de identidad. Nunca se ha sabido con
claridad si fue un único asesino o varios, pero solo fue detenido Alfredo
Galán, un ex militar y ex vigilante de seguridad que fue acusado de seis
asesinatos y otros tres intentos. Asesinó a un portero, a un empleado de la
limpieza (que recibió un disparo en una parada de autobús junto al aeropuerto
de Barajas), mató a dos personas e hirió gravemente a otra en un bar de Alcalá
de Henares, intentó matar a una pareja de ecuatorianos en Tres Cantos (disparó
en la cara al chico, aunque no le mató, y la pistola se le encasquilló cuando
disparó a la joven) y asesinó a dos inmigrantes rumanos a tiros.
El asesino de la Baraja |
El propio asesino confesó los
crímenes, presentándose ante la policía bajo los efectos del alcohol, y afirmó
que se entregaba porque se había cansado de que la policía no le encontrara.
Indicó a los policías que dibujaba con un rotulador azul un punto en el envés
de los naipes, lo que muy poca gente sabía, y se encontró una bala en un jarrón
de su casa que coincidía con las balas utilizadas en los asesinatos. Explicó
que mataba para saber lo que se siente, pero que se dio cuenta de que solo
sentía indiferencia cuando lo hacía. Aunque él afirmó que elegía a sus víctimas
al azar, lo cierto es que todos eran gente humilde y vulnerable, y todo parecía
responder a un plan.
A pesar de esto, existen dos
retratos-robot diferentes y algunos testigos afirman que hubo varios autores,
que actuaban de manera diferente, pero eran cómplices.
TONY ALEXANDER KING
Según sus conocidos, este
británico era un hombre callado y reservado, que estaba obsesionado con la
musculatura, los esteroides y el alcohol. Tenía problemas sexuales de
impotencia, lo que pudo motivar las violaciones que llevó a cabo como fruto de
su frustración.
Le llamaban el Asesino de la Costa y empezó
estrangulando a sus víctimas hasta dejarlas inconscientes, para pasar a
violarlas y asesinarlas. En 1986, fue condenado a diez años de prisión en Reino
Unido por estrangular a cinco mujeres a punto de provocarles la muerte.
En 1997, se vino a vivir a
España, en concreto, a la Costa del Sol. En 2003, fue detenido y confesó haber
matado a Sonia Carabantes y a Rocío Wanninkhof. A pesar de esto, su madre
siempre le defendió y afirmó que se habían dicho muchas mentiras sobre él.
Tony King |
Fue condenado a 36 años
de cárcel por el asesinato de Carabantes, en el que fue muy cruel y actuó con
ensañamiento. La joven tenía 17 años y fue asesinada a golpes y estrangulada,
después de haber sufrido una agresión sexual.
EL ASESINO DE ANCIANAS
Se llamaba José Antonio Rodríguez
de la Vega, y ya en su juventud, llevó a cabo varias violaciones, por las que
fue condenado a 27 años de cárcel, aunque consiguió que le redujeran la pena y
pasó allí solo ocho años. En aquella época, le conocían como el violador de la
moto.
Se trataba de un hombre amable y
de buena apariencia, que ya de adulto, se ganaba la confianza de ancianas de
entre setenta y noventa años, a las que violaba y asesinaba de tal manera que parecía que
sus muertes eran naturales. Se le atribuyeron dieciséis asesinatos, pero pudo
haber más. En 1988, fue detenido y confesó los crímenes. Se descubrió que en su
apartamento, tenía almacenados varios objetos de las víctimas, que mantenía
como recuerdo en una habitación exhaustivamente ordenada.
Durante el juicio que tuvo lugar
en Santander, se mantuvo muy tranquilo, sonriente y no ocultó en ningún momento
su cara, tales eran sus deseos de protagonismo. En ese momento, afirmó que todas
las muertes de las que era acusado, fueron naturales, y más tarde, confesó que
se movía por el odio que sentía hacia su madre y hacia su suegra.
Según contaron los psicólogos que
le analizaron, tenía una gran inteligencia y se ajustaba al perfil de un criminal.
Se sentía orgulloso de los asesinatos que había cometido y en una ocasión,
dijo: “todos los hombres han sentido alguna vez deseos de violar a su madre”.
En 2002, varios reclusos de la
prisión en la que se encontraba le mataron brutalmente provocándole múltiples
heridas en el pecho y en el resto del cuerpo.
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